Pasta seca o fresca: todo lo que necesitas saber

Si te gusta la pasta, seguramente habrás oido hablar de estos dos tipos, la fresca y la seca. Y si no lo sabías, ahora ya sí. Aunque ambas son pastas, hay algunas diferencias que pueden decantar tu balanza por preferir unas u otras.

Para que conozcas esas diferencias y las ventajas o beneficios que tiene una frente a la otra, hemos preparado este artículo. Si te gusta comer pasta, echa un vistazo, porque seguro que te resulta muy interesante y esclarecedor en ciertos aspectos.

Diferencias entre pasta seca y pasta fresca

La pasta seca

Este tipo de pasta es la que compramos normalmente empaquetada en la mayoría de tiendas y supermercados en cualquier parte del mundo. Existen muchísimas variedades, alrededor de 400 distintas, de ahí que, a veces, haya pasillos interminables con paquetes de pasta.

Por lo general, esta pasta está elaborada con con sémola de trigo y se pone a secar hasta que no tenga ningún residuo de agua. Este proceso de deshidratación suele ser de unos cuatro días y, tradicionalmente, se hace al sol, pero en los procesos industriales esto varía.

La ventaja de este tipo de pasta es que dura mucho más tiempo y no necesita estar refrigerada. Por otro lado, se cuece más lenta que la fresca. El tiempo varía de los 8 a los 15 minutos, dependiendo de la variedad de pasta y del punto al que la quieras.

La desventaja, por otra parte, es que los ingredientes son los que son y no puedes cambiarlos ni elegirlos. Además, también se nota la diferencia en el gusto, pues no tiene nada que ver la seca con la fresca en este aspecto.

La pasta fresca

Por otro lado, tenemos la pasta fresca o casera, que es la que se elabora con un proceso más artesanal. Si quieres hacerla tú en casa, puedes usar una máquina para hacer pasta automática o manual. Esta variedad se suele preparar con huevo, harina de trigo y agua o con sémola de trigo y agua.

Además, como la haces tú, puedes elegir los ingredientes que te apetezca incorporar, siempre y cuando sea en el ratio adecuado para que la pasta se haga bien. Y esta es una de las grandes ventajas de este tipo de pasta.

La pasta fresca, a diferencia de la anterior, no se somete a ningún proceso de secado, por lo que puedes pasar a cocerla en cuanto acabes de hacerla. Además, la fresca tarda bastante menos en cocerse, pues en unos 4 o 5 minutos estará lista.

Una desventaja de la fresca es que dura bastante menos tiempo que la seca. Por lo general, suele conservarse bien un par de días en la nevera, dependiendo de los ingredientes que hayas usado.

Ahora bien, el sabor y la textura de la pasta fresca son mucho mejores y no tiene comparación. Puedes encontrar este tipo de pasta en algunas tiendas o supermercados especializados, por si no te atreves a prepararla tú.

Ultima actualización Mi-Robot-Cocina.es el 25 de avril del 2024